Las temperaturas elevadas, la necesidad de refrigerar mucho más las comidas y bebidas, las juntadas con amigos y los niños de vacaciones aumentan el consumo doméstico de la gran mayoría de electrodomésticos y, principalmente, de la heladera.
Es por ello que se vuele fundamental gestionar el consumo de los electrodomésticos con mucho cuidado para evitar el derroche innecesario.
La heladera básicamente se encuentra encendida las 24 horas del día, absolutamente todo el año y, durante el verano es quizás la protagonista del mayor consumo. Por lo tanto, al ser la más utilizada, es que hay que prestarle atención.
Menos consumo: todo se encuentra en los detalles
Gracias a pequeños gestos y a un mantenimiento constante, es posible no sólo reducir considerablemente el consumo la heladera en verano, sino también conservar de mejor manera todos tus alimentos. A continuación te contamos cómo podés proteger tu heladera y reducir tu consumo eléctrico en verano: una alternativa para reducir gastos económicos y también ser más eficiente.
1- Abrir lo menos posible
Lo ideal es abrir la heladera lo menos posible, sólo lo justo y necesario. De esta manera no se produce una pérdida de frío y tampoco aumenta su temperatura interna. Es por esto que una forma eficiente de usar la heladera es introduciendo o sacando alimentos o bebidas rápidamente. Un buen consejo para lograr hacerlo, es ordenar la heladera, de esta forma cada familia sabe qué hay en cada lugar y se vuelve mucho más fácil y rápido buscar o meter algo en el electrodoméstico.
2- Ajustar su temperatura
Es muy común que, a mayor temperatura, ajustemos la temperatura de la heladera a grados más bajos. Pero esto trae consecuencias ya que este hábito hace que el consumo de energía se eleve muchísimo. La temperatura recomendada para las heladeras es de 4°C: por cada grado por debajo, el consumo aumenta un 5% y esto no permite conservar los alimentos que podrían incluso, llegar a congelarse.
3- No sobrecargar sus compartimentos
Un tipo fundamental en evitar sobrecargar sus compartimentos. ¿Por qué? Muy fácil: al no llenar excesivamente cada espacio, se permite que el frío se extienda de forma uniforme por todo el interior de la heladera. Así se evita que algunos alimentos se puedan echar a perder y todo se conserve perfectamente.
4- Mantener regularmente
Aquellos electrodomésticos que no funcionan correctamente suelen consumir mucha más energía y pueden volverse, incluso, peligrosos para el hogar. Es por ello que controlar el buen funcionamiento de la heladera es fundamental, de esta manera evitás consumos de energía extra y posibles problemas. ¿Qué revisar en un mantenimiento periódico?
- El buen estado de las juntas de goma.
- Sustituir las gomas en caso de ser necesario por estar deterioradas o despegadas.
- Limpiar el condensador de la parte trasera del electrodoméstico.
- Limpiar capas de polvo.
- Descongelar de manera frecuente.
5- Ordenar de manera eficiente todo lo que se encuentre en su interior
El orden dentro de la heladera también es un dato importante: para mejor esparcimiento del frío, las paredes de los costados tienen que quedar libres. Encima de los cajones de verdura, se aconseja guardar los alimentos que más rápido perecen como por ejemplo: carnes, pescados, etc. Ya que se trata de la zona más fría dentro de la heladera.
Otro consejo es evitar que los alimentos toquen las paredes traseras ya que suelen humedecerse y generar pequeñas gotas de agua, pudiendo perjudicar lo que se encuentre allí.
Ordenar, controlar, mantener y evitar podrían ser los mandamientos clave para poder mantener la heladera en verano sin excederse en su uso y consumo.